Descripción
Empezó en 1998 y ya son doce los números de la Revista del Vinalopó que han visto la luz. Una atenta mirada por estas doce publicaciones nos revelan que los temas elegidos como propuesta principal o dosier de la revista, han sido muchos y variados: la cultural popular, el paisaje y el territorio, también los 150 años de la llegada del tren en la comarca, la toponimia, la implantación del franquismo o la situación de la mujer. La trayectoria de la Revista del Vinalopó demuestra que ha recogido las inquietudes de los socios y colaboradores en un marco de pluralidad, respeto y tolerancia hacia todas las ideas y opiniones que forman nuestra
sociedad. “De Negrín a Franco”, además de ser el dosier de fondo de esta revista, fue el título genérico con el cual el Centro de Estudios Locales (CEL) del Vinalopó llevó a cabo el pasado mas de marzo un ciclo de conferencias, exposiciones y proyecciones cinematográficas, organizadas conjuntamente con la Comisión Cívica de Alicante por la Recuperación de la Memoria Histórica, con motivo del 70.º cumpleaños del final de la guerra civil.
No está de más recordar que la comarca donde vivimos fue suyo y testigo accidental de las vicisitudes que rodearon la salida del país del Presidente del Gobierno de la República, Juan Negrín, y de su Gobierno. De las reuniones con los militares del Estado Mayor como Casado, Miaja o Matallana. Lugares históricos como la Posición Yuste, enclavados en la finca el Poblet de Petrer, donde tuvo lugar la última reunión del gobierno republicano. El aeródromo del Fondó, en Monóvar, la Posicion Dakar, lugar de reunión del Buró Político del Partido Comunista, hoy desaparecido, y otros menos relevantes como la Subsecretaria del Ejército, enclavado en el colegio Emilio Castelar, de Elda, hoy Padre Manjón. Aunque nos sepa mal, todos estos lugares se encuentran en la actualidad, olvidados y sin protección en cuanto a su conservación y puesta en uso; su valor histórico y patrimonial como emplazamientos de la memoria, continúan sin ser reconocidos por los poderes locales y supramunicipales que tendrían que ocuparse, a pesar de los múltiples estudios y catalogaciones puestos sobre sus mesas.
Conviene recordar que el CEL-vinalopó presentó en noviembre de 2008 ante la Consellería de Cultura de la Generalitat Valenciana, una petición, de acuerdo con la Ley de Patrimonio Valenciano, en que solicitaba que el Poblet, sus jardines y su entorno fueron declarados Bien de Interés Cultural (BIC), para asegurar, además de su conservación, la posibilidad de ser visitado. Hasta la fecha no ha recibido ninguna respuesta.
El interés para conocer mejor la Guerra Civil y la represión posterior se palpa en la calle. Durante las jornadas celebradas con motivo del 70.º cumpleaños hemos comprobado que las nuevas generaciones se acercan en las conferencias con ganas de conocer la verdad de todo aquello referido a la II República, el golpe de estado, la guerra civil y la represión de la posguerra, manipulada y tergiversada durante tantos años. Hijos y nietos de personas desaparecidas todavía se piden dónde deben de estar enterrados sus padres. Setenta años después de aquella matanza, todavía hoy se buscan y se abren fosas olvidadas con seres queridos, hombres y mujeres que defendieron con su vida la legalidad republicana y que tienen hoy como principal exponente la investigación y exhumación de los restos del poeta Federico García Lorca, asesinado a Granada durante los primeros días de la contienda. Recientemente el Partido Socialista Obrero Español ha rehabilitado, a título póstumo el que fue Presidente del Gobierno de la República, Juan Negrín, y otros socialistas expulsados al poco de acabar la guerra. La estrategia política de
Negrín, “Resistir o vencer”, quería mostrar una actitud de fuerza a la vez que se negociaba una paz sin represalias. Esta política del final de la guerra generó la incomprensión y el rechazo de los altos militares y de los partidos políticos que apoyaban al gobierno. La resistencia a ultranza con un ejército sin apenas armas y una población hambrienta, cansada de bombardeos y calamidades produjo una ruptura entre las fuerzas políticas de la República y acabó con una hostilidad abierta hacia los comunistas y un desprestigio sobre la persona de Juan Negrín que ha durado muchos años. El Jefe del Gobierno comprendía que la naturaleza del fascismo representado en el General Franco, hacía imposible “una paz honrosa”. Había una posibilidad: aguantar hasta el estallido de la II Guerra Mundial, que se preveía próximo, y organizar la evacuación.
Cada día son más los historiadores que opinan que la figura de Juan Negrín es comparable a la otros estadistas europeos de la talla de Winston Churchill o de Charles de Gaulle. Recientemente escribía el historiador E. Moradiellos que “… Juan Negrín se convirtió en el máximo antagonista del general Franco, Negrín llegó a personificar el espíritu de resistencia republicano y con la derrota se convertiría en el chivo expiatorio de todos los fracasos”. Son reveladoras las palabras de Dolores Ibarruri en una entrevista concedida a Jaime Camino que decía “…cuando se haga la historia de la guerra de España, la verdadera historia, la personalidad de Negrín aparecerá con toda la fuerza, desde el punto de vista de lo que hizo, de lo que intentó y de lo que pudo realizar.”
Vemos como en la medida que avanza el conocimiento de la historia, el General Franco y sus generales son reprobados y condenados por instituciones y particulares. Expulsado en sus orígenes por las Naciones Unidas, hoy es la Audiencia Nacional la que acusa Franco y sus generales de cometer crímenes contra la humanidad. Amnistía Internacional denuncia los miles de desaparecidos. El Congreso de los Diputados condenó el franquismo en 2002. Hace poco, la conocida Ley de Memoria Histórica, aprobada a finales del año 2007, aunque insuficiente en muchos aspectos, declara la ilegitimidad de los tribunales y de los Consejos de Guerra del Franquismo así como las condenas y sanciones dictadas. Esta ley contempla el derecho a la reparación moral y personal de los hombres y mujeres que lucharon por el Gobierno legítimo de la República y declara radicalmente injustas las condenas.
Estamos viendo cómo en la medida que los historiadores van sacando a la luz testimonios y documentos que muestran la brutal represión ejercida por los vencedores al acabar la guerra, podemos calibrar la magnitud del exterminio ejercido sobre un pueblo desarmado y vencido.
Por último, hay que reseñar que con el presente número de la Revista del Vinalopó, “De Negrín a Franco”, queremos contribuir a mejorar el conocimiento y la interpretación de los acontecimientos de nuestra historia comarcal, ocurridos durante la guerra y civil y el primer franquismo. Artículos que hablan de los lugares de la memoria, las colonias escolares, la represión, la justicia popular, los problemas de la industria y la agricultura durante la guerra y el “Nuevo Orden” de Franco, conviven con un estudio sobre la iglesia de Santiago, en Villena, o el reinado de Fernando VII. Según nuestro parecer, vale la pena adentrarse en las páginas de la Revista y seguir apoyando esta modesta tarea que realiza el CEL-vinalopó.