Descripción
Aquellos que mañana ya no cumpliremos 50 años, algunos de nosotros, aún pudimos deleitarnos con un mundo
rural en transición: el arado de vertedera enganchado a aquella mula que, al llegar a su retiro diario, bebía en la pila de
piedra junto al aljibe, las mieses y el rulo en la era para trillar, los ganados agostando y saciando su sed en calderones
y abrevaderos,… Un modo de vida que se desvaneció fugazmente. Un mundo en obsolescencia del cual solo nos quedan
solitarios testimonios, evocadores de un tiempo que nunca retornará.
Son actividades agropecuarias que habían ido heredando la ancestral técnica de la construcción en piedra seca, sencilla a la vez que económica, para dar cumplida satisfacción a las necesidades de infraestructuras más básicas: cucos, chozos, majanos, refugios de canteros, minas y galerías, entre otros. Las nuevas tecnologías y un modelo económico
que captaba insaciablemente mano de obra campesina para la industria habían causado el desuso y abandono. Su
desaparición estaba auspiciada por las bondades del progreso: la expansión urbanística, las grandes infraestructuras y
las transformaciones parcelarias de una agricultura extensiva. Sin apenas darnos cuenta, un sinfín de construcciones quedaban convertidas en inmóviles monumentos
de piedra.
La Ley 4/1998 del Patrimonio Cultural Valenciano puso cierto freno. Veinte años después, la Orden 73/2016 que declaraba
bien de relevancia local inmaterial la técnica constructiva tradicional de la piedra en seco daba un nuevo impulso. Si bien, ha sido la reciente inscripción de los Conocimientos y técnicas del arte de construir muros en piedra secas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, resolución del 28 de noviembre de 2018, la que debe convertirse en el impulso definitivo para su certera consideración universal.
En tal sentido, nos congratularnos con la iniciativa del Ayuntamiento de Pinoso, que acogerá durante los días del 18
al 20 de octubre de este año la X Trobada d’Estudi per a la Preservació del Patrimoni
de la Pedra Seca.
Es innegable el creciente interés que ha despertado en los últimos años la recuperación de un conocimiento heredado generación tras generación. Su estudio y divulgación cristaliza con mayor frecuencia en diversas publicaciones.
Así, la Revista del Vinalopó se une a esta tendencia, dedicando el apartado del Dossier a este menester y colaborando
en su conservación con el único medio a su alcance, la difusión.
La extensión de esta publicación no permite abordar la cuestión con mayor amplitud; no obstante, sirva la presente
como una muestra del conjunto, esperando que sea una útil herramienta a sumar a las ya existentes. Desde la dirección de
la revista sólo nos resta desear que tanto el Dossier como los apartados Vària y Op. Cit., sean del agrado y del disfrute del lector, de investigadores y público en general y, como no, de nuestros fieles socios-colaboradores sin cuyo apoyo sería inviable la aventura de este nuevo número.