Descripción
En el año 2013 conmemoramos el centenario de las Normes ortogràfiques con las que se dotó la lengua catalanaen 1913. Aniversario que ha sido precedido de otras dos conmemoraciones, «necesariamente» previas, la de la fundación del Institut d’Estudis Catalans (1907-2007) y la de la creación posterior de la Secció Filològica en el seno de aquella misma institución (1911- 2011). Efectivamente, las Normes ortogràfiques de 1913 son fruto del trabajo de la referida Sección Filológica a los dos años de haber sido creada y, sin ninguna clase de duda, del genio de Pompeu Fabra i Poch, el alma de aquellas normas y de las demás que, en años siguientes, irían construyendo la gramática (1918) y el diccionario (1932) normativos de la lengua catalana.
En 1932, cuando aquella obra de prescripción lingüística había sido acabada, pero apenas había trascendido fuera de Cataluña, da el salto al ámbito valenciano mediante las Bases per a la unificació de l’ortografia valenciana. Documento que recoge el consenso de los intelectuales valencianos del momento en un acto que se celebra en Castellón de la Plana el 21 de diciembre de 1932. A partir de entonces, se hablará de les Normes de Castelló para referirse a la adopción oficial de la ortografía catalana (y otros aspectos de la gramática y el vocabulario) por parte de la comunidad catalanohablante valenciana. Esta primera recopilación de normas para catalán de los valencianos será posteriormente completada y perfeccionada por la Gramàtica valenciana de Manuel Sanchis Guarner (1950), que supondrá la aplicación de las palabras que Pompeu Fabra (1920) había dirigido a los valencianos:
Nosotros, catalanes, no desearíamos otra cosa que emprendierais una decidida labor de depuración de vuestra lengua, sin preocuparos en exceso de la similitud con nuestro catalán (…) resultaría un valenciano que no sería una lengua diferente a nuestro catalán, sino la modalidad valenciana de la lengua catalana, junto con nuestra modalidad catalana i la modalidad balear. (…) No, no se pretende supeditar una variedad a otra: se trata simplemente que dentro de cada una de las tres grandes regiones de la lengua catalana, se realice una labor de depuración, de reforzamiento de la lengua.
Con estas premisas y la continuidad de la obra de Sanchis Guarner en el actual Instituto Interuniversitario de Filología Valenciana (1978), nace la Academia Valenciana de la Lengua (1998), que toma como acuerdo inicial
adoptar como referent normatiu oficial del valencià» (…) «la normativització consolidada a partir de les denominades Normes de Castelló». Eso consagra en la Comunidad Valencia la normativa ortográfica, gramatical y lexicográfica que había nacido en Cataluña de la mano de Pompeu Fabra y del Instituto de Estudios Catalanes y que también se había extendido a las Islas Baleares con los Rudiments de gramàtica preceptiva per a ús delsescriptors baleàrics (1937).
Por lo tanto, con la conmemoración este año del primer paso que se dio hacia el establecimiento de la normativa
lingüística de la lengua catalana, que fue la fijación ortográfica, damos un reconocimiento abierto a la unidad
de la lengua hablada por valencianos, baleares y catalanes, y pedimos desde esta tribuna pública que las autoridades políticas que nos gobiernan reconozcan esta unidad por encima de las identidades y las fronteras regionales o autonómicas con las que a menudo se intenta enmascarar.